💸 La Historia de mis $15,000 Perdidos (O por qué el Crédito no es para Despistadas como yo 😂)
- Jennifer Razo Lizarraga
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura
🕵️♀️ Confesiones de una Emprendedora: Del "Fíame tantito" al "Don Ramón" con mi mercancía.
¿Dar crédito o no? Te cuento mi tragicomedia de 2015 donde perdí $15,000 pesos por no usar notas de salida. Una historia real de Lizarraga Bisutería para que aprendas a administrarte (y a reírte de mis errores).
¡Hola, amigas y socias del drama emprendedor! 🥂
Hoy les traigo un "Storytime" de esos que dan risa... pero de nervios. Vamos a hablar del famoso crédito. Ojo: El crédito no es el villano de la telenovela, de hecho, mueve al mundo. Pero si no tienes una administración de hierro, ¡te puede dejar llorando como la protagonista en el capítulo final!
Déjenme contarles cómo aprendí esto a la mala (y dos veces, porque soy terca 🤣).
2015: El Año de la Inocencia (y del Desfalco) 📉
Imagínense a la yo del 2015, iniciando con Lizarraga Accesorios. Todo era color de rosa, las ventas subían y apareció una "hada madrina" de las ventas. Una persona muy amable que me ofreció ayudarme a colocar mis productos.
Al principio, un sueño: se llevaba poquitas piezas, las vendía y ¡pum! Pagaba de contado. Yo me sentía Teresa, lista para salir de pobre y comerme al mundo. 💅✨
Pero luego, llegó la frasecita trampa: "Jenny, préstame unas piezas más para mostrarlas, y luego te las pago todas juntas".
Y yo, confiada (y sin revisar mis notas), dije: "¡Va! Llévatelas".
El Momento de la Verdad (y el Dolor de Panza) 🤢
Pasó el tiempo. Ella sacaba mercancía y yo, en mi desorden administrativo, no me daba cuenta del volumen. Hasta que un día, me senté a hacer cuentas "serias".
Saqué la calculadora y casi me da el patatús: ¡La cuenta iba en más de $15,000 pesos! 😱
Para un negocio que empezaba, eso era una fortuna.
¿El final? Pues muy predecible. Le pasé la cuenta, le pedí abonos chiquitos para no ahorcarla... ella dijo "Sí, claro, cuenta con ello"... y me aplicó la de Don Ramón con el Señor Barriga. 🧢🚪 ¡Se esfumó! Nunca más le vi la cara, ni a ella, ni a mis accesorios, ni a mi dinero. Jamás pagó la renta, jajaja.
La Recaída (Porque el humano es el único animal que tropieza dos veces 🤡)
Aquí viene lo divertido. Pensarás: "Jennifer, seguro nunca más diste crédito". ¡Pues fíjate que sí! Jajajaja.
Un par de años después, volví a dar líneas de crédito a otras clientas. PERO, ya no era la misma ingenua. Esta vez fui más organizada: usaba notas de venta y tenía límites claros (no más de $2,000 pesos).
¿Qué pasó? ¡Tampoco me pagaron! 😂 Pero como tenía buena administración y mis notas de salida en orden, el golpe fue chiquito y controlado.
La Lección de Oro: Si Fías, APUNTA ✍️
Aquí la conclusión no es "el crédito es malo". La conclusión es:
Sin Papelito, No Hay Paraíso: El problema no fue prestar la mercancía, fue perder la cuenta de cuánto había salido. Si vas a dar crédito, necesitas ser una policía de tus papeles. ¡Usa notas de venta y notas de salida de mercancía para todo! Que firmen de recibido.
El Riesgo Siempre Existe: Incluso organizada, el riesgo de que no paguen está ahí. Tú decides si tu corazón (y tu hígado) aguantan ese estrés.
Por qué en Lizarraga Decidimos "Amor de Lejos" con el Crédito 🚫
Después de mi segunda "tropezada", decidí que la paz mental valía más. En Lizarraga Bisutería eliminamos las líneas de crédito no porque seamos malas, sino porque preferimos enfocarnos en traerles el mejor material sin estar persiguiendo gente.
Mi consejo de amiga: Si vas a dar crédito, hazlo como una profesional, con notas de crédito y salida de mercancía bien firmadas. Y si prefieres dormir tranquila como yo... ¡Cobro al contado y todos felices!
💎 Administra tu Negocio y Crece con Nosotros, ¡Aprende de mis errores y cuida tu capital! 💰






